lunes, 6 de junio de 2011

4 de junio de 2011: Merienda cena

El pintor renacentista, al ser mordido, se transformó en una especie de pirata. Junto a Nuna, se bebieron a la anfitriona de la fiesta, que no tuvo que fregar nunca más en su vida una copa. No somos seres tan crueles como parece. La princesa de cuento se convirtió en princesa de la oscuridad pero el vestido le sentaba de escándalo. Tuve que agarrarle varias veces del pelo para que no dejara seco a uno de los invitados que trataba de merendarse como si no hubiera comido en mil años.

La cadena de mordiscos se aceleró en breves segundos. Nosotros nos movemos a una rapidez que sonrojaría a cualquier eyaculador precoz. Aunque tal vez no sea la mejor comparación posible. Cuantos más éramos, más difícil era controlar a los nuevos vampiros. No nos gusta recurrir a la violencia pero tuvimos que ponernos duros para que no se cargaran a ninguno de sus amigos merienda/cena. Finalmente, sólo quedó una de ellos en pie. Seguía con su mirada al ejército que la rodeábamos. Era como una preciosa y preciada gacela en mitad de una fiesta de leones bulímicos. Y sin embargo, ella sonreía. Tomó un sorbo de su copa. Cerró los ojos y nos ofreció su largo cuello...

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